Urge que Claudia sea capaz de levantar la Bandera del Respeto a la Constitución
. BLAS A. BUENDÍA. ……………………………………………
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tiene un desafío importante por delante, ya que su destino y el de México aún están por definirse. Para cumplir con las expectativas, debe seguir la ley, respetar los derechos y ser fiel a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ya que será crucial para garantizar la justicia, la democracia y la libertad en el país.
En su discurso de toma de posesión, Sheinbaum destacó la importancia de la democracia participativa, la justicia social y la igualdad de género. También enfatizó su compromiso con la política exterior, la cooperación económica y la protección del medio ambiente.
Entre sus objetivos están: Consolidar la Cuarta Transformación: continuar el proyecto de transformación iniciado por Andrés Manuel López Obrador.
Reforma al Poder Judicial: democratizar la elección de jueces y magistrados para garantizar la independencia del Poder Judicial.
Desarrollo económico: fomentar la economía mediante la inversión en infraestructura, educación y salud.
Igualdad de género: promover la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres.
El pueblo de México espera que Sheinbaum cumpla con sus promesas y lleve a México hacia un futuro próspero y justo.
Pero ¿qué esperamos de su presidencia?, es la interrogante que millones de ciudadanos se hacen cotidianamente, fincando una esperanza que Claudia reconstruya la República, ya que su antecesor, le dejó un basurero que será difícil limpiar de un día para otro.
En este tema, la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, fijo su postura política-jurídica una vez que la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, rindiera protesta Constitucional en su asunción a la Presidencia de la República Mexicana.
Si bien es cierto que la Doctora Sheinbaum es la presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, no menos cierto lo es, que aún no se decide su destino y sobre todo el destino de nuestro México; ella debe saber a la perfección que no queda otra alternativa que cumplir con la ley, acatar el derecho y ser sumisa únicamente al postulado de nuestra Carta Suprema. A nadie más.
Si lo expuesto no resulta ser de su discernimiento por ser prematura su actuación como Primera Magistrada de la Federación, debe saber que tiene en su haber la posibilidad de transformar a México en un país libre de corrupción, de inseguridad, de división, de narco-política, y de un largo etcétera.
Por eso, aseveró, todas las acciones las debe de dirigir para obtener un futuro promisorio para nuestra República, en el que, con el esfuerzo de todos los mexicanos unidos, nos demos a la lucha de transformar políticamente a nuestra Nación, a fin de sacarla del socavón insertado por pésimos gobernantes del pasado.
Mientras tanto, la abogacía independiente de la República no olvidará que México requiere una reconciliación, olvidando todas aquellas ocurrencias que conllevaron por parte de malas gobernanzas a faltarle el respeto a la ley.
Si bien la presidenta Claudia debe urgentemente desaparecer de la mente de millones de mexicanos, aquella frasecilla de marras emitida burlescamente por “el ahora presidente innombrable, “A mí no me vengan con el cuento de que la ley es la ley”, subrayó que “México necesita acciones muy concretas.
“Que nos libere del fenómeno de la narco-política, sin retóricas ni demagogias, faenas realizables y, sobre todo, que tengan como postulado fundamental el procurar despertar a la justicia, manteniendo viva la conveniencia de obtener libertad, seguridad y lucha contra la corrupción propiciada por ese fenómeno execrable”.
El deseo de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, de ninguna manera margina a la Primera Magistrada de la Nación del proyecto político de servir a México.
Su presencia o su anuencia, en relación a todo lo que surgiera, va a ser determinante para los destinos de esta gran tierra de fraternidad.
“Como académicos pensamos que su llegada será muy útil para una labor de reorganización y reconciliación política que tanto se requiere para que sean escuchadas todas las voces, incluyendo la de los mexicanos de oposición a las malas gobernanzas…
“Como académicos también percibimos que el momento es de acción y no discusión: sabemos también que para la acción vale más una presidenta Constitucional capaz de levantar una bandera sin demagogias, ni promesas por incumplir: la inexperiencia política que nos asiste como puristas del Derecho, no nos impide ver con claridad las circunstancias que han quedado expuestas…
“Si quiere en su carácter de Jefa Suprema de las Fuerzas Armadas adquirir prestigio como tal, debe demostrarlo accionando, marchando, respetando a la justicia y al Poder Judicial Federal, pero siempre alzando la Bandera del Respeto para nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, afirmó.
Y no existe mayor sincronía al hecho en que la nueva presidenta haya rendido su protesta constitucional ante el pueblo de México, que deberá asumir con un código de ética patriótico y nacionalista.
"Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidenta de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere, que la Nación me lo demande".
Es decir, el juramento de Claudia Sheinbaum es un compromiso solemne para defender y cumplir la Constitución Política de México, así como las leyes que de ella se derivan. Al hacer este juramento, Sheinbaum se compromete a ejercer su cargo con lealtad y patriotismo, priorizando el bienestar y prosperidad de la nación mexicana.
En términos jurídicos, este juramento tiene varias implicaciones:
Defensa de la Constitución: Sheinbaum se compromete a proteger y defender la Constitución, lo que incluye respetar los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos mexicanos.
Cumplimiento de las leyes: Al jurar guardar y hacer guardar las leyes, Sheinbaum se compromete a cumplir y hacer cumplir las disposiciones legales vigentes en México.
Lealtad y patriotismo: El juramento implica que Sheinbaum actuará con lealtad y patriotismo en su cargo, priorizando los intereses de la nación mexicana.
Responsabilidad: La cláusula final, "y si así no lo hiciere, que la Nación me lo demande", implica que Sheinbaum se compromete a rendir cuentas ante la nación en caso de no cumplir con sus obligaciones.
En resumen, el juramento de Claudia Sheinbaum es un compromiso solemne para defender la Constitución, cumplir las leyes y actuar con lealtad y patriotismo en beneficio de la nación mexicana.
El pueblo en general, en síntesis, hace votos porque reencauce la disciplina que debe poseer un Estadista de Estado, que dignifique ser la representante de 130 millones de mexicanos, sepultando en el basurero de la historia, a ese diminuto ente de conciencia tirana que siempre opacó a su antecesor.
“¡Es cuanto!”, asentó la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C.., que encabeza el penalista Alberto Woolrich Ortiz.
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