Una profunda transformación social.cambió el rumbo del país, Congresistas
- Chronos
- 3 oct
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LOBO NEGRO. …………………………
En sesión solemne del Congreso de la Ciudad de México, diputadas y diputados de los diferentes grupos y asociaciones parlamentarias coincidieron en señalar que la masacre y la represión contra el movimiento estudiantil de 1968 es uno de los episodios más trágicos del país, pero también un parteaguas en la historia nacional, al permitir una profunda transformación social.
Al evocar los acontecimientos violentos de la masacre, la legisladora Diana Sánchez Barrios (Asociación Parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente), afirmó que esta fecha es uno de los hechos más dolorosos en la historia de México, pero también un símbolo de resistencia y reflexión, ya que la esencia del movimiento estudiantil de 1968 fue sembrar entre las nuevas generaciones una transformación hacia una sociedad más democrática y activa.
En su turno, el legislador Alejandro Carbajal González (Asociación Parlamentaria Progresista de la Transformación) expresó que a más de cinco décadas de este suceso la memoria sigue viva, “nos recuerda que nunca más un gobierno reprima al pueblo”.
Aseguró que esta memoria es resistencia y compromiso, por lo que desde el Congreso local se honra la memoria de las víctimas, de los desaparecidos, de quienes fueron perseguidos y encarcelados, por lo que esta fecha no se olvida y se recuerda con dignidad, memoria y un compromiso de transformación social.
La diputada Nora Arias Contreras (PRD) llamó a recordar esta fecha como una herida abierta y una lección que no debe repetirse jamás. Insistió en que no es una fecha que se debe archivar, sino un llamado permanente a la memoria.
“El 2 de octubre vive en la memoria de los mexicanos y el Congreso debe de garantizar ser respetuoso de la libre manifestación y libre expresión de ideas de todos los ciudadanos”, finalizó.
“Sólo quien reconoce el pasado está listo para construir un futuro mejor. Esa historia no sólo pertenece al pasado, es una advertencia vigente que nos recuerda lo que ocurre cuando el poder deja de escuchar, cuando se impone en lugar de dialogar, cuando se olvida que toda autoridad nace del pueblo y debe responder ante el”, señaló el diputado Omar Alejandro García Loria (PRI).
Al aludir la violencia sufrida por las y los jóvenes de 1968, la congresista Patricia Urriza Arellano (MC), reflexionó que la apuesta por la militarización del país sigue presente.
“La memoria nos advierte que en este país las armas del ejército han sido usadas para callar la protesta y sofocar la disidencia, se sigue considerando a las juventudes como un mero botín político”, expresó, con relación a su compromiso para trabajar por un México sin represión.
Por su parte, el congresista Ernesto Villarreal Cantú (PT) expresó que el 2 de octubre fue un día en que México se tiñó de sangre, con la sangre de jóvenes y del pueblo que exigían democracia, y que no fue un hecho aislado, sino el eco de una primavera global que en el mundo abría las puertas al cambio y en México se cerraron con represión. Exigió no repetir los errores de un Estado sordo,
“nunca más un México que criminalice a los jóvenes”, que deben ser constructores del futuro y no víctimas.
El diputado Federico Chávez Semerena (PAN) indicó que la matanza de Tlatelolco es un recordatorio que debe tener presente toda la ciudadanía, y del que se debe aprender para no volver a repetir la historia, por lo que hizo un llamado a que no haya regresión institucional ni control absoluto del poder y a evitar la militarización del país.
“Hoy tenemos la oportunidad de honrar el legado de todos los estudiantes, no debemos traicionarlo”, afirmó.
La diputada Rebeca Peralta León (PVEM) expresó que esta es una fecha emblemática para la Ciudad de México y para todo el país, “porque es el antes y el después en la trasformación que estamos viviendo. El 2 de octubre es un día de lucha, de anhelo por un mejor país y de compromiso social”, hacia un México en que haya paz, sin represión, se respeten los derechos de todos y de todas, y exista participación ciudadana en la construcción de la nación.
Finalmente, la legisladora Xóchitl Bravo Espinosa (MORENA) señaló que el movimiento estudiantil que parte de una lucha en muchos países, “la violencia del Estado se impuso sobre la voz de la juventud; la lucha de 1968 se gestó antes de Tlatelolco y no murió allí”, dijo, ya que generó la semilla de nuevas luchas, moldeó la identidad política y de la izquierda del México contemporáneo.
Agregó que este movimiento expuso las carencias, desigualdades y el miedo; visibilizó el papel de las mujeres en los movimientos colectivos y la transformación social.



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