Portal electrónico: gob.mx/issste Robustecen lazos socio afectivos en los bachilleratos de la UNAM

AMAURI HERNANDEZ OLIVARES. ………………………

A fin de evitar y atender los casos de violencia entre las y los jóvenes de bachillerato de la UNAM a partir de un enfoque diferente, la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM aplica la propuesta de intervención Comunidades en Acción Social, conocida como CAS.

Para ofrecer solución a la problemática, es necesario conocer sus causas y origen. Por ello, el proyecto busca fortalecer la comunidad a partir de lo relacional, el “tú, yo y nosotros comunitario” para robustecer lazos socioafectivos que propicien el diálogo, la toma de decisiones y abran un horizonte de posibilidades entre las y los jóvenes de bachillerato de la UNAM.

La propuesta -financiada por la ENTS y Fundación Río Arronte I.A.P.-se enfoca en lo relacional y comunitario: intervenir en los vínculos y en los entornos de convivencia mediante un diagnóstico, labor con grupos, estudios de caso, promoción y promotores.

Coordinada por Nelia Tello, profesora de carrera de la Escuela Nacional de Trabajo Social, inició actividades en el Colegio de Ciencias y Humanidades Oriente en 2023, con el grupo de práctica regional 2614 de la ENTS, bajo la guía de Anayelli Gutiérrez.

De acuerdo con información de esa entidad académica, el primer paso fue desarrollar un diagnóstico social mediante recorridos y observaciones dentro y fuera del plantel, sondeos a estudiantes y entrevistas a profesorado, personal de atención a jóvenes, de mantenimiento y seguridad, así como a comerciantes del entorno.

Los datos obtenidos se analizaron de acuerdo con los ejes relacionales derivados de la evaluación: violencia escolar, emociones, dependencias y abandono/rupturas.

Entre los hallazgos destacaron normalización de violencias en interacciones estudiantiles, identificación de zonas de riesgo dentro y alrededor del plantel (canchas, cafetería trasera y baños) y afectaciones a la permanencia y a

desempeño escolar; los testimonios también registraron asaltos en trayectos, exclusiones grupales y tensiones familiares.

Actuación. El grupo de práctica diseñó una estrategia de intervención con tres componentes articulados: reconceptualización del problema, resignificación de las relaciones y recreación de los espacios.

Para el primer se trabajó con 60 grupos en los que se abordaron temas como violencia, aislamiento, rechazo, horizonte de vida, construcción de autonomía y toma de decisiones.

Se resignificaron los vínculos entre los sujetos que integran la comunidad escolar y se recreó el uso del espacio a través de actividades que promueven el diálogo.

El segundo consideró 40 estudios de caso con atención individual y seguimiento que, en algunos, estuvo compuesto con hasta 10 sesiones de atención, entrevistas a docentes y amistades, así como visitas domiciliarias. Ello favoreció la reflexión sobre los cambios en las vinculaciones cotidianas para que las y los jóvenes pudieran tomar decisiones, establecer límites, construir autonomía y fortalecer redes de apoyo.

Recreación de los espacios estuvo integrado por cinco campañas de promoción cuyo objetivo fue reconceptualizar las narrativas de violencia, rechazo, aislamiento, abandono y resignificar las relaciones en la comunidad escolar para que las y los jóvenes generen miradas alternas y participen en el cambio.

Este semestre el proyecto se enriqueció con una nueva etapa “Puentes CCH”, donde promotores estudiantiles impulsaron el acercamiento entre iguales, partiendo de la premisa de que el cambio requiere puentes de confianza dentro de los grupos.