La migración provoca estados emocionales y mentales que afectan al ser humano
. ANA KAREN GARCIA HERNANDEZ. ……………………………
El endurecimiento de las políticas de los estados-nación ante la migración ha ocasionado que la condición humana se vuelva vulnerable para quien se desplaza; estas barreras tienen un impacto en la salud mental de las personas migrantes, destacó la secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, Tamara Martínez Ruíz.
Sabemos que el desplazamiento, en sus formas más extremas, causa estados emocionales y mentales que afectan gravemente el bienestar del ser humano. Los problemas más comunes surgen de esta realidad que incluyen depresión, ansiedad, estrés postraumático por crisis de identidad, presiones sociales; y todo eso agravado por el duelo migratorio, dijo.
Durante el XIV Congreso Internacional sobre Migración y Salud Mental, efectuado en la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la Universidad Nacional, la también psicóloga y antropóloga social, enfatizó:
“No debemos caer en la tentación de ver a la migración solo como un problema. Es esencial entender que lo que convierte a esta en un fenómeno vulnerable no es el acto en sí, sino las políticas que la criminalizan y las desigualdades estructurales que las agravan”.
En el auditorio “Dr. Manuel Sánchez Rosado”, de la ENTS, Martínez Ruíz sugirió desmitificarla, es decir, observarla como esa condición humana donde podemos apreciar algunas herramientas que nos enseñan: formación de redes, estados de resiliencia y mirar otros horizontes para tener esa visión más allá del propio espacio original.
“Solo con un enfoque basado en derechos humanos es como podremos avanzar hacia un modelo migratorio justo e inclusivo. En nuestra Universidad, a través de la internacionalización y colaboración académica es que podemos facilitar el acceso a servicios esenciales, las ventanillas de atención médica y de la salud mental en las facultades y escuelas tanto para migrantes como para las comunidades de acogida; esto es parte, justamente, del compromiso institucional que tenemos”, resaltó.
En tanto, la directora de la ENTS, Carmen Casas Ratia, resaltó que esta entidad académica impulsa el Programa Casa Refugiados y la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Houston, el Observatorio Internacional en Atención Humanitaria -iniciativa para personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo- para su atención y acompañamiento.
Mayor movilidad humana. Anne-Birgitte Krum-Hansen, Representante Asistente para la Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), estimó que vivimos una etapa crítica. “La región mesoamericana se encuentra en uno de los mayores momentos de movilidad humana en la historia reciente”.
Según cifras de ACNUR-México, hasta junio de 2024 el 51 por ciento de la población migrante encuestada en territorio nacional refirió haber huido de sus países de origen por violencia, inseguridad y amenazas.
De 2016 a la fecha el crecimiento en las solicitudes de asilo en este país ha sido sostenido: de ocho mil 880 en ese año, en el presente habitan más de 135 mil personas refugiadas reconocidas que gradualmente se han insertado al tejido social, abundó.
Informó que en 2023 México fue la sexta nación del orbe con más solicitudes de asilo, después de Estados Unidos, Alemania, Egipto, España y Canadá; las cinco nacionalidades que más demandaron protección fueron Honduras, Haití, Cuba, Venezuela y El Salvador.
En el encuentro académico también estuvieron: Luciana Gandini, coordinadora del Seminario Universitario de Estudios sobre Desplazamiento Interno, Migración, Exilio y Repatriación, de la UNAM; Leticia Calderón Chelius, investigadora del Instituto Mora; Verónica Ruiz Mejía, presidenta de Voces Amigas de Esperanza A.C.; y a distancia Joseba Achotegui, secretario general reelecto de la Sección de Psiquiatría Transcultural de la Asociación Mundial de Psiquiatría.
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