“Justicia también puede ser abrazo” para proteger a niñez de violencia.v

Se debe de establecerá sanciones más severas para quienes cometan delitos contra niñas, niños y adolescentes, penas que van de 50 años de prisión para quien maltrate y hasta 70 años para quien asesine a una niña, un niño o un adolescente.

La diputada Elizabeth Mateos Hernández, del grupo parlamentario de Morena en el Congreso de la Ciudad de México. Presentó una iniciativa con proyecto de decreto por el que se deroga el artículo 126 y se adiciona el Capítulo I Bis, denominado “De los delitos contra niñas, niños y adolescentes”, así como los artículos 129 Bis, 129 Ter y 129 Quater del Código Penal para el Distrito Federal.

Durante su participación en tribuna, la legisladora recordó que, “hace poco más de un año, desde esta misma tribuna, compartí el dolor que a todos nos estremeció: el caso Crucito, un pequeño de seis años asesinado por quien debía protegerlo.

De ese dolor nació una ley, la Ley Crucito, que impulsamos y que hoy ya forma parte de Nuestro Código Penal, para castigar con mayor severidad a quienes priven de la vida a un hijastro o hermanastro”.

Agregó que esa fue una promesa cumplida, pero también el inicio de un compromiso mayor: “no descansar hasta que ningún niño o niña vuelva a ser víctima de la violencia”.

La diputada local expresó su preocupación ante los recientes casos de maltrato infantil, recordando el caso de “Mario, un pequeño de tan solo tres años en Iztapalapa, encontrado solo, entre comida echada a perder, cucarachas y abandono, mientras sus padres se iban de fiesta”.

Dijo que, “ser padre o madre es el regalo más grande que da la vida, y como madre, lo digo con el corazón en la mano: todo lo que hago, cada iniciativa, cada propuesta, también va por mi hijo, y por todos los niños y niñas que hoy sufren en silencio”-

Con esta iniciativa, Mateos Hernández explicó que lo que se busca es fortalecer el marco jurídico panal de la ciudad de México a través de un nuevo Capítulo I Bis en el Código Penal, que establecerá sanciones más severas para quienes cometan delitos contra niñas, niños y adolescentes.

Detalló que, de acuerdo con la iniciativa, se deroga el artículo 126 y se adicionan los artículos 129 Bis, 129 Ter y 129 Quater, con penas que van de 50 años de prisión para quien maltrate y hasta 70 años para quien asesine a una niña, un niño o un adolescente.

“Porque quien maltrata no merece la libertad, y quien asesina no merece la compasión de la ley”, afirmó la diputada, destacando que esta propuesta “no busca venganza, sino justicia con sentido humano”. Además, explicó que con esta reforma se tipifican de manera autónoma los delitos contra menores, para evitar que sigan clasificándose como simples casos de violencia familiar u homicidio común.

La diputada promovente, subrayó que la iniciativa está en armonía con la Ley General de los Derechos de niñas, niños y Adolescentes y con el Sistema Nacional de Protección Integral (SIPINNA), destacando que “las niñas, niños y adolescentes son una prioridad nacional, y el Estado tiene la obligación de protegerlos conforme al principio del interés superior de la niñez.

En su intervención, la diputada también compartió cifras alarmantes: según datos de la REDIM, en México dos menores son asesinados al día, y el INEGI reporta que seis de cada diez niñas y niños han sufrido algún tipo de violencia dentro del hogar.

En nuestra ciudad, la fiscalía general de Justicia abrió más de 22 mil carpetas por violencia familiar en 2023, y muchas de esas víctimas fueron precisamente menores de edad. Detrás de cada cifra hay un pequeño que no entiende por qué el amor duele”.

Por ello, subrayó que esta iniciativa envía un mensaje claro: la niñez se respeta, se cuida y se defiende. Destacó los avances en la Ciudad de México en Bienestar infantil como el DIF, las Utopías, los Pilares y la Fiscalía especializada en delitos contra menores, pero reconoció que “faltaba el respaldo penal, hoy lo estamos construyendo”. Puntualizó

Finalmente, Mateos Hernández afirmó que la propuesta refleja el espíritu humanista de la Cuarta Transformación, al colocar en el centro a los más vulnerables: “primero los pobres, primero los niños, primero los más vulnerables”.

Concluyó diciendo: “esta iniciativa es, en el fondo, un acto de amor. Porque la justicia también puede ser una forma de abrazo. Es decirle a cada niña, a cada niño y adolescente: no estás solo, la ciudad te ve, te escucha y te defiende.

La Ley Crucito fue el primer paso; hoy seguimos caminando, ahora por Mario, por Crucito y por todos los que no tienen voz. Por los que ya no están, por los que hoy sufren y por los que aún confían en nosotros.

Porque proteger la infancia es proteger a México, y una sociedad que guarda silencio ante el dolor de un niño, pierde su humanidad”. Concluyó la diputada.