Falta empatía con las y los mexicanos que son afectados por violencia y agua que se pretende votar los afectará

Hoy México escucha dos campanadas que no pueden ignorarse: la de los transportistas que exigen rutas seguras y la de los productores que defienden su derecho al agua y reclaman la desatención del gobierno.

No son protestas aisladas. Son alertas del país real que sostiene nuestra vida cotidiana, porque cuando el camino se vuelve territorio de riesgo y cuando el agua se administra sin justicia, lo que está en juego no es un sector, sino la vida productiva misma del país.

Por tal motivo se comenta lo siguiente:

1. Expresamos nuestro total respaldo a transportistas y productores, así como a sus justos reclamos. No queremos un México donde transportar sea un riesgo y producir sea una apuesta. Queremos un México donde el que trabaja pueda planear su mañana sin miedo ni incertidumbre.

2. A los transportistas y productores les decimos: sus causas no son locales ni sectoriales; son causas nacionales, son las causas de todas y todos los mexicanos. Son el anuncio de los límites que un país no debe cruzar.

3. Exigimos al gobierno federal una estrategia y visión integral en materia de seguridad. No basta administrar; hay que corregir el modelo. Las carreteras necesitan seguridad real, no discursos. El agua necesita gestión inteligente, no imposiciones.

4. Reiteramos nuestro compromiso, desde la Cámara de Diputados, de seguir planteando y construyendo soluciones que protejan la dignidad del trabajo, la seguridad en el territorio nacional y la continuidad de la vida productiva del país. El futuro de México no se escribe desde el escritorio: se escribe en la carretera, en la milpa y en cada comunidad que exige respeto, donde el PRI está y estará siempre presente.

5. Proponemos la implementación de una Política Nacional de Seguridad Productiva, que garantice vigilancia y protección en las carreteras, así como en la comercialización, las cadenas alimentarias y las regiones productivas del país; sin seguridad logística ni agua justa, ninguna economía puede sostenerse.

La protección del trabajo, de las rutas logísticas, del campo y de los territorios productivos debe ser una prioridad nacional al mismo nivel que la estabilidad financiera o la seguridad pública convencional.

Seguridad, desarrollo y gobernanza territorial deben estar integrados en un solo sistema enfocado en garantizar que se pueda producir, mover y abastecerse sin riesgos y con certidumbre a toda la población.

6. Las y los Diputados Federales del PRI respaldamos a nuestro compañero Luis Gerardo Sánchez Sánchez, valiente voz de un mexicano comprometido y digno representante popular que se encuentra del lado de sus electores, hoy en peligro.

Nuestro compromiso es defender a los transportistas que no se rinden, a los productores que no se doblan y a las comunidades que no abandonan su tierra. Sin ellos, este país no funciona y con ellos México puede volver a levantarse.