Es necesario salvar el aviario El nido, diputado instaló en sus oficinas centro de acopio

Se abrirá un centro de acopio que tiene como objetivo ayudar a salvar a las más de 200 aves que viven en el santuario denominado El Nido, ubicado en Ixtapaluca, Estado de México.

El diputado del PRI Fausto Manuel Zamorano Esparza, instaló en sus oficinas del Congreso de la Ciudad de México, ubicadas en el zócalo capitalino dicho centro de apoyo.

En días pasados, el también presidente de la Mesa Directiva del Congreso capitalino presentó ante el pleno un Punto de Acuerdo por el que se solicita a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) reabrir el citado aviario.

El legislador invitó a sus homólogos y a la ciudadanía en general, a aportar insumos en el centro de acopio, ubicado en Plaza de la Constitución 7, col. Centro Histórico.

El Nido se fundó hace más de 50 años y ha sido catalogado como uno de los aviarios más grandes, diversos e importantes de Latinoamérica y el mundo. Es el tercer aviario más grande del mundo. Además, logró a nivel internacional, por primera vez, la reproducción del quetzal, una especie que habita el sur de México, que fue considerada sagrada por las civilizaciones maya y azteca, y que se ha visto amenazada por la destrucción de su hábitat, caza y comercio ilegal.

El 22 de septiembre del 2022, la PROFEPA realizó una auditoría de manera aleatoria a El Nido, momento en el que los encargados no tenían a la mano algunos documentos que la PROFEPA les solicitaba en original, ya que estaban resguardados en la Ciudad de México.

Los responsables de la auditoria indicaron a los responsables del santuario que, como medida preliminar, se haría una clausura parcial temporal del establecimiento, hasta que presentaran los documentos originales y les dieron cinco días hábiles para entregarlos.

El Nido entregó los documentos antes de dicho plazo, tal como la autoridad los solicitó; sin embargo, desde entonces no han recibido respuesta por parte de PROFEPA, y siguen a la espera de una resolución.

Este importante santuario mexicano subsiste gracias a las donaciones y visitas guiadas que pagan distintas instituciones educativas, pero llevan casi seis meses sin poder ofrecer ese servicio, lo que, por supuesto imposibilita hacer los gastos de manutención necesarios para el cuidado especializado de las aves, y el pago de salarios.