El segundo mandato de Trump ¿es necesariamente una catástrofe?
- Chronos
- 14 ene
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La inminente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos conforma un panorama complejo para México, que demanda respuestas integrales y coordinadas.
La violencia criminal sigue siendo el mayor obstáculo; la estrategia actual ha demostrado ser insuficiente y los recortes presupuestales amenazan con debilitarla.
En justicia, la reciente reforma al artículo 19 constitucional que amplía el uso de la prisión preventiva automática, viola derechos fundamentales y exacerba la sobrepoblación penitenciaria
En el tema energético, la Estrategia Nacional del Sector Eléctrico amenaza con encarecer los costos y frenar la transición hacia energías renovables al priorizar las plantas de la CFE, menos eficientes.
México debe abandonar el nacionalismo reactivo que ha caracterizado su política interior y exterior, y adoptar una visión pragmática. Porque, a pesar de los desafíos, hay oportunidades claras. ¿Vamos a desperdiciarlas?
La llegada de Trump a la presidencia de EE. UU. representa un desafío para México, pero también una oportunidad para resolver problemas internos, reflexiona Luis Rubio, presidente de México Evalúa.
En lugar de enfrentarlo o tratar de torearlo, el Gobierno debería enfocarse en entender sus objetivos y actuar estratégicamente.
Trump busca ganar, y México podría canalizar eso hacia soluciones que beneficien a ambos países.
Por ejemplo, Canadá ha demostrado una aproximación más constructiva.
Es clave eliminar prejuicios y reconocer que muchos de los problemas que Trump señala, como la corrupción y la criminalidad, son reales.
Más que envolverse en nacionalismos estériles, México debería proponer soluciones conjuntas: seguridad, migración y comercio regional frente a China. El cambio necesario implica adoptar una visión estratégica que transforme los retos en colaboraciones productivas.
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