Desmantelan la Comisión Nacional de Búsqueda

Creada en 2017, a partir de la aprobación de la Ley General de Desaparición, la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), tiene como misión atender uno de los fenómenos más atroces de nuestro tiempo.

No hay forma de ocultar la realidad. De acuerdo con los registros oficiales, ratificados por este gobierno hace apenas unas semanas, hay más de cien mil personas cuyo paradero continúa sin conocerse.

La tarea de la CNB y de sus réplicas en los estados es precisamente dar con esas personas y también inhibir la repetición del fenómeno. Estas instancias fueron creadas por la reiterada incapacidad de las fiscalías locales, y también de la general de la República, para investigar con la diligencia debida los casos y, a la vez, acompañar a las víctimas y a sus familiares.

Ayer fue anunciada una serie de movimientos muy preocupantes dentro de la CNB. No se renovaron los contratos de los funcionarios adscritos a las áreas de guerra sucia, identificación, contexto y migrantes. La mayoría de los equipos quedaron reducidos 20%. Además, se requisaron equipos de cómputo, archivos y demás documentos de trabajo indispensables para el desempeño de esta dependencia.

También ayer esta Comisión emitió un comunicado negando parcialmente dicha información. Según el texto el despido obedece a que “concluyó el periodo de vigencia de los contratos eventuales.” Se omite decir que prácticamente todas las plazas de este organismo son eventuales porque la actual administración evitó dotar a su personal de mejor estabilidad laboral.

Por otra parte, se afirma que la CNB, bajo el liderazgo de su nueva titular, Teresa Guadalupe Reyes, está revisando los perfiles para fortalecer a la institución. En otras palabras, han decidido correr a la gente, antes de encontrar mejores empleados.

No hay engaño: igual que otras instancias dedicadas a defender a las víctimas y los derechos humanos –como Conapred (discriminación), la Conavim (violencia) o la CEAV (víctimas)– la convicción del actual gobierno es borrarles para siempre.

Si el presidente Andrés Manuel López Obrador tiene facultades para hacerlo, la pregunta que uno se hace es por qué en vez de engañar con que van a continuar trabajando no envía una iniciativa de ley y las matas de una vez.