CIRCUITO MEXIQUENSE
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ÁNGEL BOCANEGRA
LA RUTA DE ROSI WONG AL PRIAN. Lo crisis se de gobernabilidad por la que atraviesa Tecámac, que ha derivado en el despido injustificado de cerca de 300 servidores públicos, es parte del “pacto en lo oscurito” entre la alcaldesa Rosi Wong con el PRIAN, para entregarles el municipio en las elecciones del 2027.
La situación ya encendió las alarmas no sólo en Palacio de Gobierno de Toluca, sino también en la Secretaría de Gobernación a dónde la alcaldesa ha sido citada para tratar el tema, pero se ha negado a asistir bajo el pretexto de estar enferma.
Hasta ahora ha mostrado poca o nula disposición para resolver el problema, sobre todo porque se ufana tener el respaldo incondicional de la gobernadora del Estado de México, Delfina Gómez, falso. la maestra ha manifestado su molestia por la ola de despidos, en los que se incluyó a cuadros de Morena.
Si bien la alcaldesa que se dice morenistas carece de visión política para tejer este acuerdo, para eso tiene a su operador político, el priista Carlos Galindo, que maneja a su entero antojo las decisiones del municipio, incluida su imposición de sus allegados en todas las áreas importantes.
Incluso los despidos fueron ordenados por este siniestro personaje, quien tiene cuentas pendientes con la justicia por un desfalco de casi 10 millones de pesos cuando fue tesorero de San Juan Teotihuacan, caso que curiosamente se encuentra archivado en la oficina de Horacio Duarte.
Galindo, conocido en el submundo priista como el “galón”, en días recientes se reunió con su mentor político Eduardo Bernal y el otrora cacique de Tecámac, Aarón Urbina, para tejer el acuerdo mediante el cual sus hijas, las diputadas locales Sue Bernal o Lili Urbina, la que resulte candidata, será apoyada en alianza con el PAN para ganar la presidencia municipal.
Ambas estuvieron presentes en el Primer Informe de Wong Romero, en el caso de Sue acudió acompañada de su papá. También acudió Octavio Germán, expresidente municipal panista, entre otros.
La propia alcaldesa dijo en entrevista posterior que había invitado a priistas y panistas porque su gobierno es incluyente.
Wong se siente empoderada, y fingiendo enojo se niega a escuchar a la dirigencia estatal y nacional de Morena, se declara enferma para no acudir a las mesas de negociación política.
Desde abril, comenzó su periplo con el PRIAN, fue el investigado Carlos Galindo quien la sentó con su ex jefe Eduardo Bernal y con Aaron Urbina, ambos expresidentes municipales de Tecámac, en su época más obscura.
Rosa Yolanda Wong, que pide le llamen “Rosi”, en su primer amago de “cabildazo” intentó encumbrar como tesorero a Rodrigo Paredes Luna, panista del “establo” de Octavio Germán, también ex edil.
Su otra carta a secretario del Ayuntamiento fue Manuel Díaz, cercanísimo a Rocío Díaz Montoya, ex presidenta municipal priista y pupila de Aarón Urbina. Fracasó.
Para sacarle la vuelta a la aprobación del Cabildo, puso como encargados del despacho en la Secretaría del Ayuntamiento a Cutberto Armando Ayala López, que fue presidente de la Sala Auxiliar Ecatepec del Tribunal Estatal de Conciliación y Arbitraje y que se le inhabilitó para ocupar cargos públicos durante nueve meses y seis días.
A las hijas de un connotado priista tecamaquense, las colocó en la Tesorería de DIF y del Ayuntamiento; así Rosa Yolanda Wong y sus nombramientos, bueno sólo obedece a quien realmente manda en el municipio.
Se quejaba de que la senadora Mariela Gutiérrez no la dejaba gobernar incluso llegó a quejarse con la gobernadora de violencia política de género, pero ahora está peor. A leguas se ve que nació para obedecer y si es a un hombre corrupto, mejor. Ahora ni se queja.
La ruta Wong se pinta de negro y busca al blanquiazul o al PRI. Así las cosas.



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