A BOTAPRONTO POLÍTICO

GUSTAVO SANTOS ZÚÑIGA. ……………………………..
Desde la primera campaña del ex Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, en su búsqueda de la presidencia en 2006, las evidencias y testimonios presentados por la prensa nacional e internacional, respecto a posibles vínculos de “abrazos y no balazos” con el crimen organizado y el narcotráfico, el ex mandatario y su partido político (MORENA) han sido señalados; incluso miles de memes lo califican como el jefe del Cartel de Macuspana, nuevamente sale el tema, solo que ahora, por el recién nombrado Presidente de los gringos, Donald Trump .
En diversas entrevistas publicadas con docena funcionarios estadounidenses y mexicanos, amén de muchos documentos gubernamentales revisados por ProPublica, InSight Crime y DW , “el dinero proveniente del crimen organizado se proporcionó a los ayudantes de la campaña en 2006 a cambio de una promesa de que una administración de López Obrador facilitaría las operaciones criminales de los traficantes”, señala en el texto.
En la investigación se afirma que no se establece si el entonces candidato del PRD sabía de las supuestas donaciones de los traficantes, sin embargo, uno de sus ayudantes más cercanos –agrega– “había acordado el arreglo propuesto”.
Lo anterior se confirma pues que, su enfoque, que resumió en el eslogan de campaña ‘Abrazos, no balazos´, se concentró en programas sociales para atacar las fuentes de la criminalidad, en lugar de confrontar a los criminales”, se lee en el texto.
A lo largo de su cuestionada administración el clan de López Obrador fue muy cuestionado
por hechos relacionados a la familia de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, otrora líder del Cártel de Sinaloa, hasta este entonces no había sido acusado de tener vínculos directos con algún capo.
Acusaciones de presunta relación con el crimen organizado también se dieron en su momento desde el senado americano cuando el senador republicano de origen cubano, Marco Rubio, afirmó que López Obrador «ha entregado secciones de México a los cárteles de droga». Pero ahora este hijo de inmigrantes cubanos fue nombrado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, como su secretario de Estado.
“Es un firme Defensor de nuestra Nación, un verdadero amigo de nuestros Aliados y un Guerrero intrépido que nunca retrocederá ante nuestros adversarios", indicó Trump.
La realidad hoy es que Estados Unidos acusó el pasado fin de semana al gobierno de México de tener "una alianza" con los cárteles del narcotráfico y le impuso 25 por ciento de aranceles aduaneros, junto con Canadá y China, hasta que cooperen en la lucha contra las drogas. Los gringos pues lideran una diplomacia agresiva en su lucha sin cuartel contra los cárteles y las pandillas, que declaró "organizaciones terroristas", así como contra la inmigración irregular.
El objetivo declarado es claro, "proteger a los estadounidenses de la crisis del fentanilo", un opiáceo sintético 50 veces más potente que la heroína. Una subida de los impuestos a las importaciones que probablemente desalentaría el gasto de los consumidores y la inversión empresarial. Un tiro en el pie pues.
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